14 abril 2011

Comercio Justo, a pesar de todo

Viven en zonas de conflicto, en países aquejados por la guerra, la violación sistemática de derechos humanos o la corrupción.
Cualquiera podría ampararse en este contexto para no emprender un negocio o para gestionar una empresa con el único propósito de enriquecerse lo máximo posible, dejando a un lado ciertos principios si hace falta.
Y sin embargo, a pesar de todo, encontraremos iniciativas que respetan los criterios del Comercio Justo.

Podemos verlo en Colombia, donde algunas plantaciones de rosas certificadas como ‘Fairtrade’ (Comercio Justo) siguen proporcionando trabajo a cientos de familias que viven en las zonas más afectadas por el conflicto interno. Un trabajo digno, con un sueldo digno y un reparto justo de beneficios y sin que ninguna de las personas que interviene en la cadena de producción sea explotada. Gracias a estos principios mantienen en funcionamiento escuelas, su red de agua potable y saneamiento básico, infraestructuras básicas…



O en Somalia, donde un proyecto trabaja con tribus de pastores seminómadas (los ‘samburu’), cuyas mujeres recolectan resina de los árboles de forma natural y sostenible y la venden a buen precio para que, una vez tratada, sea utilizada para productos cosméticos. Y todo ello sin perder su certificación de Comercio Justo.

O en la República Democrática del Congo, donde los más de 1.000 miembros de una cooperativa productora de café mantiene su acuerdo con una cadena de supermercados europea (Sainsbury’s) a cambio de márgenes comerciales que permitan el sostenimiento de su propia actividad en condiciones de dignidad y con un buen salario.
Foto: Simon Rawles (www.fairtrade.org.uk)

Y es posible encontrar ejemplos similares en Afganistán, donde a pesar de la guerra y de décadas de conflicto, campesinos y granjeros producen frutos secos, uvas, aceites y otros productos de la tierra que se certifican y se ofrecen internacionalmente como ‘Fairtrade’. Labores que se realizan sin explotación infantil ni trabajo esclavo, con respeto al medio ambiente y que permiten la inversión y el crecimiento local.

El Comercio Justo es una estrategia clave en la lucha contra la pobreza y en favor de la sostenibilidad. Permite el fortalecimiento de comunidades enteras, que prosperan con dignidad y estabilidad.

Es comercio, no ayuda. Es justicia, no caridad.

Es posible.

> Más información:
http://www.wfto.com/


1 comentario:

(**) dijo...

Me gusta la MIRADA de la otra agenda. GRACIAS