12 agosto 2011

La isla de plástico

Se habla desde hace algún tiempo de los devastadores efectos para el medio marino del tsunami que asoló las cosas de Japón el pasado mes de marzo.
Según las estimaciones del International Pacific Research Center de la Universidad de Hawai, los escombros arrastrados alcanzarán la costa oeste de Estados Unidos, Canadá y México progresivamente, provocando graves efectos en el medioambiente. La interesante proyección por ordenador calcula 5 años en los que todo tipo de basura, electrodomésticos, restos de viviendas o vehículos irán apareciendo en playas de otros lugares del planeta.

Es el resultado de un desastre natural, una desgracia para la que habrá que prepararse...

Sin embargo, la mayor parte de la basura que contiene el mar no es producto de desastres naturales. Los fondos marinos, los arrecifes y las costas contienen basura y no es extraño encontrar cepillos de dientes, bolsas, ropa o trozos de plástico o material sintético en el estómago de animales que han sido pescados o encontrados muertos en las playas.


Según Greenpeace, alrededor del 80% de la basura marina tiene su origen en tierra firme. Una parte procede del turismo costero, incluye los restos abandonados por los bañistas como, por ejemplo, envoltorios de comida y bebida, juguetes y utensilios típicos de playa. Otra parte se refiere a desechos de aguas residuales vertidas directamente al mar o a los ríos.
Y el 20% restante se genera en alta mar. Son producto de la actividad pesquera: sedales y redes, restos del material cajas que se pierden accidentalmente o se arroja al mar de forma deliberada. Y sin olvidar los desperdicios procedentes de los buques.
Y son los los países más industrializados quienes producen más cantidades de restos no orgánicos, entre ellos plásticos y sintéticos.

Y esto sí que es, por tanto, resultado de nuestras propias acciones, y por lo tanto, prevenible.

Y es que hay auténticos basureros marinos, algunos realmente curiosos y devastadores, como la llamada "Isla de plástico".

Se encuentra en el Pacífico norte, y tiene un tamaño asombroso, como el de dos veces la Península Ibérica, aunque se desconoce con exactitud entre otros motivos porque sigue creciendo.
Sus 100 millones de toneladas se mueven a la deriva, impulsadas en bloque por corrientes marinas que atrapan poco a poco restos y basuras de distintos orígenes.
Se compone de todo tipo de basuras, desde botellas, bolsas y envases de plástico hasta grandes redes y material de pesca industrial. 

Pulsa aquí si no ves el video correctamente.

No es esta la única isla de plástico pero sí la más conocida y estudiada, por su tamaño y por sus efectos, ya que provoca auténticas catástrofes naturales cada vez que se acerca a las costas del Pacífico, como Hawai o California.

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