En 1994 un laboratorio militar estadounidense le proponía al Pentágono la creación de una bomba química con un efecto poderoso: el de un potente afrodisíaco que llevaría a las tropas enemigas a un comportamiento homosexual y a sentirse terriblemente atraídos unos por otros, “minando su espíritu y su disciplina” como soldados, pudiendo llegar a inducirles a mezclarse en una enorme orgía.
Aunque podría ser el absurdo argumento de un humorista para iniciar su monólogo no se trata de ningún chiste, de hecho no tienen ninguna gracia.
La noticia lleva tiempo recorriendo la red. Resulta preocupante por su componente homofóbico y por ser una muestra de la visión existente en las estructuras militares acerca de la sexualidad y también sobre la “moral militar”, si es que eso existe.
El Pentágono ha confirmado la existencia de este proyecto y otros “cientos” más, aunque ninguno de ellos fue aprobado. Entre esos creativos proyectos hay ideas tan descabelladas como crear una bomba para provocar halitosis o flatulencias incontrolables entre los enemigos y otra para hacerles extremadamente sensibles a la luz solar.
El hecho es de 1994...
Preguntas, preguntas, preguntas... ¿En qué momento se paró el mundo?, ¿cómo serán las armas del futuro?, ¿qué les enseñan en la academia militar?, ¿qué aprenden?, ¿para cuándo el respeto de los derechos de las "minorías sexuales"?, ¿hasta cuándo seguireimos inventando bombas?, ¿cuánto dinero se malgasta en proyectos como estos?...
¿Me dejo alguna pregunta más?
Fuente: BBC News
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2 comentarios:
Y yo me pregunto ¿no hay que estar enfermo para pensar cosas tan raras?
Es preocupante que gente qu piensa de este modo dirija nuestras vidas de alguna manera, no?
Y esto tiene algo que ver con “Enola Gay”, uno de los bombarderos que lanzó la bomba atómica.
Yo no sé qué fumarán en el Pentágono, pero las ideas son propias de creativos publicitarios.
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