12 septiembre 2007

Repsol YPF y los pueblos indígenas

En mi comunidad dañaron el bosque, cortaron las plantas medicinales y no nos han compensado. Se fueron y nunca nos dieron nada.
Los pueblos indígenas, con el altavoz de Intermon-Oxfam, acusan a Repsol YPF de dañar sus tierras y sus propiedades, de deforestación, de provocar el grave deterioro de recursos vitales para ellos, de no respetar los derechos laborales de quienes contratan en la zona, de contaminación o de ofrecer una atención médica deficiente.
Sus testimonios afirman que la multinacional no indemniza o lo hace mal, no informa previamente ni negocia con los afectados.
Todas ellas son prácticas que llevan a cuestionar los códigos de conducta de la propia empresa y su supuesto programa de Responsabilidad Social Corporativa.

(2.40 min)


Intermón Oxfam lanzó durante el verano una campaña de sensibilización sobre la vulneración de los derechos indígenas por parte de Repsol YPF. Entre los distintos recursos, destaco este informe que recoge diversas denuncias de los afectados, que evidencian la escasa voluntad por parte de la empresa de cambiar la situación actual, y este mapa (que no os podéis perder) donde se visualiza cómo la globalización económica afecta negativamente a los pueblos indígenas del planeta.

==> Intermón Oxfam te invita a ACTUAR.

==> Contenidos relacionados:
- La huella de Repsol
- El precio del petróleo
- Otra visión sobre Repsol en América Latina
- ¿Es responsable la 'responsabilidad social corporativa'?
- Soy indígena, soy vulnerable
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11 comentarios:

Fran Invernoz dijo...

Un comentario estupendo, con unas imágenes esclarecedoras sobre una situación desconocida y escondida por los medios informativos convencionales. A la destrucción de las guerras, este tipo de acciones se suma a la desaparición de antiguas civilaciones, eliminando un parte importante del patrimonio cultural de los pueblos invadidos. ¿Hacía dónde vamos?, como decía alguien.

Anónimo dijo...

Lo mejor es dar voz a los indigenas.

Sólo cuando las empresas vean que su imagen se perjudica y sea mayor el dinero que pierden por lo que hacen mal que el que se ahorran... sólo entonces las cosas podrán empezar a cambiar.

Alicia Mora dijo...

Repsol y las demás petroleras seguirán echando mierda y destruyendo todo lo que toca, sobretodo porque papa Bush es uno de los principales propietarios de estas empresas, y alguno de los g8 que tanto gusto les da negociar con el tráfico de armas.
La voz indígena no es tan poderosa,(y eso que les respalda Intermon.Oxfan) ver el vídeo me lástima y mucha triteza..
Lo que tiene poder es la voz del pueblo., apoyemos ACTUANDO y participando activamente, ya sea firmando en la página web o denunciando como podamos.
Ojalá que este mounstro pare.
Saludoss
Lápices.........

Anónimo dijo...

"Nuestras" transnacionales no tienen nada que envidiar al resto de transnacionales en el mundo en voracidad y espíritu destructivo. La pela es la pela, y punto.
Estoy esperando como agua de Mayo que alguien socialice una película titulada "Apaga y vámonos" que documenta el comportamiento de Endesa en Chile.
Otros que tal.
Lo de las responsabilidades corporativas de las empresas es un chiste de mal gusto, y como estas empresas invierten en publicidad cientos de millones de euros al año, los medios de comunicación de masas que facturan esa publicidad calladitos y sin hacer ruido.
Menudo chiringuito tienen montado.

[La Otra Agenda] dijo...

El poder de las multinacionales colapsa la agenda informativa, los intereses gubernamentales... y con ello la opinión pública. Contrarrestarlo es difícil, desesperanzador, pero posible. Los comentarios de cochu y Alicia me parecen muy apropiados porque nos muestran dónde está parte de nuestro poder...

Aquí una introducción a APAGA Y VÁMONOS. José Manuel, si algún día lo encuentras... ya sabes :)

June Fernández dijo...

No veas el mensaje cínico a más no poder con el que contesta Repsol al firmar la convocatoria de Intermón... El hambre y el sida aparecen en los medios de comunicación porque para combatirlos hay que luchar contra enemigos tan complejos y abstractos que esas imágenes no provocan una fuerte y eficaz respuesta social. Denunciar a las multinacionales españolas es otro cantar. Aparte de que son bien sabidos los intereses que los principales grupos de comunicación del país tienen en el sector de la energía.

Así que a los índigenas apenas se les puede dar voz en los medios de contrainformación, que llegan al pequeño colectivo de siempre que, por cierto, lleva años concienciado sobre ésto. Soy muy pesimista, vaya. Y ahora con la moda de los biocombustibles, tenemos otra nueva forma de explotar sus recursos y dejarles sin tierras. Qué desgracia, de verdad.

El índigena que habla de valores me ha recordado a los altísimos índices de paro, alcoholismo o depresión que hay entre comunidades indígenas como la mapuche. Desprendida de su tierra, con la que tienen que ver todos sus valores, tradiciones y creencias, y obligada a desplazarse a la ciudad, la población mapuche se encuentra desorientada y angustiada.

Anónimo dijo...

Como consumidores tenemos el poder y la obligación de hacer que las empresas "humanicen" su actividad. Con nuestras opciones de compra o consumo podemos castigar o premiar a unas empresas u otras, redirigiendo su comportamiento.
Pero no olvidemos, en el caso de las petroleras, que nuestra responsabilidad como ciudadanos, como habitantes del planeta, va más allá: no sólo podemos elegir a quién compramos, si no QUÉ compramos. Nuestro modo de vida (medios de transporte, ropa, envases, electricidad, alimentos no ecológicos,...)no es sostenible. Las multinacionales como Repsol son la extensión de nuestras manos, que en cierta manera son también las que están estrangulando al indígena. Pensemos que el debate llega más lejos y que la responsabilidad nace en nuestros hábitos cotidianos como individuos.

Anónimo dijo...

Nunca me había parado a pensar en el hecho de que estas empresas ofrezcan, como parte de sus programas de “compensación”, atención médica y chequeos a los lugareños. Indagando entre los recursos que facilitas, veo que las personas de la zona afirman que tienen que hacer 4 ó 5 horas de cola para ser atendidos. Pero ya debe ser duro, de salida, que te planten un monstruo de Repsol al lado (o encima) de casa sabiendo, de antemano, que afectará negativamente a tu salud.

Por cierto, otro dato:
La multinacional opera en 12 países latinoamericanos. Durante 2006 ingresó 55.080 millones de euros, el doble del PIB de Ecuador y casi 7 veces el de Bolivia.

Desesperada dijo...

querido, intermon pone el dedo en la llaga. qué putada que aquí, por el primerísimo primer mundo, nos la sude en general. hoy he recibido mi primer pedido de comercio justo. vale, menuda estupidez, pero yo me he sentido genial. la cara de estupor de mi madre viendo las sandalias de yute fue para grabarla. sí, pero la gente que las hizo, a mano, no trabaja como los esclavos de inditex, mango, corte inglés, dolce and gabanna, custo, etc etc a lo largo y ancho del tercerísimo tercer mundo. ya está bien, estoy hasta las narices de esta doble moral occidental. sólo hay una manera de cambiar el mundo, y es que todos digamos basta.

[La Otra Agenda] dijo...

Estas pequeñas grandes cosas que decís están al alcance de todos y todas. Si consiguiéramos generalizarlo, extenderlo, ampliar esa conciencia... quizás las cosas serían de otra manera.

Anónimo dijo...

El papel contaminante, esquilmador y arrogante de las petroleras es indignante,lacerantemente indignante. Lo bueno del asunto es que, de momento, no se puede prescindir de ellas, pero, sin embargo, me doy el placer desde hace mucho tiempo de no repostar en estaciones Repsol. No servirá de mucho, pero no les apoyo directamente. En fin, algo es algo. Saludos.