01 enero 2008

El sultán y la berenjena

Hace mil años, dijo el sultán de Persia:
-¡Qué rica!
Él nunca había probado la berenjena, y la estaba comiendo en rodajas aderezadas con jengibre y hierbas del Nilo.
Entonces el poeta de la corte exaltó a la berenjena, que da placer a la boca y en el lecho hace milagros, porque para las proezas del amor es más poderosa que el polvo de diente de tigre o el cuerno rallado de rinoceronte.

Un par de bocados después, el sultán dijo:
-Qué porquería.
Y entonces el poeta de la corte maldijo a la engañosa berenjena, que castiga la digestión, llena la cabeza de malos pensamientos y empuja a los hombres virtuosos al abismo del delirio y la locura.

-Recién llevaste a la berenjena al Paraíso, y ahora la estás echando al infierno –comentó un insidioso.
Y el poeta, que era un profeta de los medios masivos de comunicación, puso las cosas en su lugar:
-Yo soy cortesano del sultán. No soy cortesano de la berenjena...

El sultán y la berenjena
Eduardo Galeano
.

6 comentarios:

mie dijo...

Buenísimo... como todo Galeano. Me encanta empezar el año así. Seamos pues cortesanos de berenjenas... que, por cierto, hay más que sultanes y nos necesitan más.
Feliz 2008 amigo

Desesperada dijo...

jejejej todos somos cortesanos como ese alguna vez, qué penita! bicos y feliz 08!

JLuis dijo...

mmmmm... más que con el cortesano yo me identifico con la berengena, y no lo digo ni por las hechuras ni por esa doble cara...

... más bien lo digo por aquello de estar al amparo de los caprichos y cambios de opinión de reyezuelos varios.

Un abrazo y feliz año.

Alice Calzaslargas dijo...

Hace meses que leo este blog, se ha convertido en mi entrada a la madriguera; aún sigo descubriéndolo (que siga creciendo, por favor). Tenía intención de participar en un post que me dio que pensar y no tuvo entradas (llegará) pero mientras -este año no voy a hacer lista, voy a actuar y ya- así salto a la arena a felicitar y agradecer. Primero, a nuestro anfitrión, David, por encarnar ese periodismo en el que crees y, seguido, a todos y todas que conversáis y enriquecéis… y a los que leéis y lo difundís. Un placer. Os deseo felicidades para este año y para toda la vida (puestos a desear, vamos a hacerlo en grande…).
Aprovechando el cuento del tío Eduardo y en honor a la poesía de las berenjenas y sus poetas, os copio un fragmento del libro con el que estoy, el último de John Berger (uno de mis grandes amores) y también un poema.
Salud,
Alice.
“La muerte ocurre cuando la vida no tiene ya un solo jirón que defender […]. Las multitudes tienen respuestas a preguntas que nadie ha formulado aún, y la capacidad de sobrevivir a los muros. Hoy en la noche, sigan con dos dedos la línea de su pelo (de él o de ella) antes de dormir.
[…] El escritor caribeño Edouard Glissant lo dice muy bien:”… para resistir la globalización no hay que negar la globalidad, sino imaginar que es la suma finita de todas las particularidades posibles y luego hacernos a la idea de que, mientras falte alguna particularidad, la globalidad no será lo que para nosotros debería ser”. Estamos estableciendo nuestros propios asideros, nombrando lugares, hallando poesía. Sí, en ese entretanto, debemos hallar la poesía”.
-John Berger. “Con la esperanza entre los dientes”.

“Miro un árbol.
Tú miras lejos cualquier cosa.
Pero yo sé que si no mirara este árbol
tú lo mirarías por mí
y tú sabes que si no miraras lo
que miras
yo lo miraría por ti.
Ya no nos basta
mirar cada uno con el otro.
Hemos logrado
que si uno de los dos falta,
el otro mire
lo que uno tendría que mirar.
Sólo necesitamos ahora
fundar una mirada que mire por
los dos
lo que ambos deberíamos mirar
cuando no estemos ya en ninguna parte.”
- Roberto Juarroz.

“Dar la mano a alguien siempre fue
lo que esperé de la alegría”.
- Clarice Lispector
(Epitafio grabado en su tumba).

[La Otra Agenda] dijo...

Alice, hace mucha ilusión recibir un comentario como el tuyo. Invitada estás a participar donde quieras, de eso se trata, y a escarbar en esta madriguera hasta hacerte un huequito donde más te guste. Gracias por dedicarle este trocito de tu tiempo y recuperar a John Berger y Roberto Juarroz. Un poema precioso, por cierto. Me lo guardo, de tu parte.

Y por supuesto gracias a todos los demás, qué haría yo sin vuestros comentarios ;-)
David

Anónimo dijo...

Como dice Alice, una de las cosas que más me gusta de este sitio es compartirlo con gente tan maja

Gracias y FELIZ 2008 :-)

!!Ah, y a mí también me encantan las berenjenas ;-)