03 agosto 2007

El negro

Una señora toma un tazón y le pide al camarero que se lo llene de caldo. A continuación se sienta en una de las muchas mesas del local.
Pero apenas sentada se da cuenta de que ha olvidado el pan. Entonces se levanta, se dirige a recoger un trozo de pan para comerlo y vuelve a su sitio.

¡Sorpresa! Delante del tazón de caldo se encuentra sin inmutarse un hombre de color, un negro, que está comiendo tranquilamente.

¡Esto es el colmo! - piensa la señora - ¡pero no me dejaré robar! Dicho y hecho. Se sienta al lado del negro y parte el pan en pedazos. Los mete en el tazón que está delante del negro y coloca la cuchara en el recipiente.

El negro, complaciente, sonríe. Toman una cucharada cada uno hasta terminar la sopa. Todo en silencio.

Terminada la sopa, el hombre se levanta, se acerca a la barra y vuelve después con un abundante plato de espaguetis y .... dos tenedores.
Comen los dos del mismo plato, en silencio, turnándose.

Al final se va el negro: ¡Hasta la vista!, se despide, reflejando una sonrisa en sus ojos. Parece satisfecho por haber realizado una buena acción. Se aleja.

La mujer le sigue con la mirada. Una vez vencido su estupor, busca con la mano el bolso que había colgado en el respaldo de la silla. Pero el bolso ha desaparecido...

Entonces .... aquel negro ..... Iba a gritar ¡al ladrón! cuando, ojeando a su alrededor, ve su bolso colgado de una silla dos mesas más atrás de donde estaba ella, y sobre la mesa, una bandeja con un tazón de caldo ya frío.

Revista CERCANÍAS 3
Jatun Sunqu

Foto encontrada en Flickr, por "cinemafia"
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7 comentarios:

SyrianGavroche dijo...

Muy bueno!! Una historia muy realista... de verdad


Un saludo!!!

Anónimo dijo...

Sorprendente. Esa señora volverá a pensárselo dos veces antes de hacer lo que hizo, lo que no llegó a hacer y ... lo que pensó. Saludos.

Anónimo dijo...

Me ha intrigado la historia y no me pensaba que iba a tener ese final. Me gusta tu blog. Un abarzo.

[La Otra Agenda] dijo...

Gracias por vuestros comentarios.
Leí esta historia por primera vez hace 3 ó 4 años y desde entonces la recordaba. Qué mejor que colocarla por aquí para que pudieran leerla unos pocos más ;)

Anónimo dijo...

La verdad es que da mucho que pensar. Te felicito, aunque no te conozca (he entrado en tu blog a raiz de un mail reenviado de mi hermano, destacándolo), ya que hacen falta muchas historias como esa para que los prejuicios vayan quedando atrás.

Un saludo!!

[La Otra Agenda] dijo...

Irene, gracias por tu comentario y gracias a tu hermano por recomendarte este rincón. Bienvenidos :)

Anónimo dijo...

Esto esta en un vídeo muy cortito que lo cuenta muy bien también. Si alguien lo tuviera localizado sería genial que nos diga cómo y dónde

enhorabuena por el blog