Pero también existe buen periodismo, y dentro de éste, el que realizan profesionales de la comunicación conscientes de su papel para interpretar el mundo, ofrecerlo y ponerlo al servicio del cambio social.
Un periodismo que no siempre ofrece respuestas sino también preguntas, que tiende puentes, que no dicta sino que sirve de altavoz a quienes nunca hablaron, que se detiene en la exclusión y la injusticia social con ojo crítico y mentalidad activa. Periodistas comprometidos y conscientes de su capacidad para crear opinión y contribuir a prevenir conflictos, en lugar de enfrentar posturas o agudizar tensiones.
La comunicación, así vista, es un agente fundamental en el reto compartido de transformar este mundo en un lugar más justo, más pacífico, más respetuoso con los derechos humanos.
Es hora de que los medios de comunicación intervengan en el reto de reducción de la pobreza. Sin ellos no será posible.
Con ese enfoque, Panos London ha elaborado un informe titulado Making poverty the story, en un interesante juego de palabras, y lo ha publicado en estos días de múltiples convocatorias en torno a la movilización contra la pobreza. Recomiendo su descarga y su lectura (en inglés), especialmente a quienes trabajais en el sector.
El documento analiza los obstáculos políticos, comerciales y profesionales más habituales a los que se enfrenta el periodismo a la hora de informar sobre los países en vías de desarrollo. También destaca algunos asuntos en los que los medios intervinieron definitivamente para generar un cambio o un debate transformador e incluye claves para conseguir una información más efectiva orientada al cambio social.
También el Instituto Hegoa nos ofreció hace unos días otro documento relacionado, Utopía Informativa. Propuestas para un periodismo más social, con propuestas para periodistas sobre cómo tratar realidades como la inmigración, el medio ambiente, los conflictos armados o la situación de las mujeres en el mundo. Podéis descargarlo aquí.
No es solamente cuestión
de comprender el mundo, sino de transformarlo
y todo programa de transformación social debe partir
de la crítica del mundo presente
(Jaume Martínez Bonafé)
de comprender el mundo, sino de transformarlo
y todo programa de transformación social debe partir
de la crítica del mundo presente
(Jaume Martínez Bonafé)
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Viñetas: (1ª) El Roto (2ª) Quino
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7 comentarios:
Interesante y certero análisis.
Besos
Soy bastante escéptico sobre el futuro del periodismo como instrumento de concienciación social. Me refiero al periodismo profesional, claro. Más bien creo que no tiene futuro porque no puede planteárselo habida cuenta de que primero tendría que empezar a mirarse por dentro y proceder en consecuencia. Creo que no son necesarias más explicaciones. Saludos.
Guillermo, creo que sé a lo que te refieres. Yo también soy escéptico a menudo, comprobando el panorama que tenemos alrededor y analizando la composición (empresarial) de los medios de comunicación.
Pero, dejando esto a un lado, no olvidemos que el periodismo es siempre un instrumento de concienciación social. Todos intervenimos en esa tarea transformadora, todos cambiamos el mundo, sea positiva o negativamente; sea mucho, poco o casi nada. Y en el caso de quienes interpretan el mundo... la responsabilidad es evidente.
Aparte de instrumento de socialización, también creo que el periodismo (concretamente su lenguaje) llega a las personas y hace que éstas utilicen de forma cotidiana las mismas palabras usadas en los medios de comunicación para designar conceptos concretos (por ejemplo: inmigrantes ilegales, mafias rumanas, etc.) que no son correctos (los inmigrantes no son ilegales sino que están en situación irregular; las estructura de las mafias de atracadores y delincuentes no se definen solamente por la nacionalidad de sus integrantes, etc.), y que plantean prejuicios entre la gente dlos ciudadanos.
PD. Entre las publicaciones periódicas disponibles en versión electrónica del ámbito de la política y de los derechos humanos con un lenguaje bastante sencillo recomiendo: Le monde diplomatique.
Habría tal vez que empezar a no usar tanto la palabra periodista para designar a según quien. Cada vez quedan menos.
Eso sí, que quede claro que también hay much@s "periodistas" del campo de lo social que no deberían llamarse así (que en todas partes cuecen habas, vamos :-)
Espero, en cualquier caso, que la visión positiva y esperanzadora de la otra agenda se haga realidad :-)
De vez en cuando me gusta visitar Reporteros Sin Fronteras (www.rsf.org) Hace poco han publicado el índice de libertad de prensa mundial 2007, que confeccionan a través de un cuestionario que rellenan periodistas de todo el mundo. Los datos no son sorprendentes pero sí interesantes. Donde más hay que decir es donde más difícil es.
Voy a decir un tópico pero el comentario es excelente, no tiene desperdicios. He leído hace unas semanas un comentario de June Fernández en su blog Puntos Suspensivos en los que se refería, en términos similares, a la falta de compromiso social de los medios informativos. La historieta elegida está genial y recuerdo que en el transcurso de la Guerra de las Malvinas, en 1982, el conflicto entre Argentina y Gran Bretaña, ocurrió el caso de que una niña fue a comprar una chocolatina a un quiosco en Buenos Aires y se encontró en su interior con una pequeña carta de otra niña dirigida a un soldado anónimo combatiente en las Malvinas, que había sido enviada previamente a las islas pero que después llegó a venderse en Buenos Aires, con la nota incluida. Me parece esclarecedor el comentario de Migramundo, pero también coincido con la respuesta de David Martín Díaz. Soy escéptico en cuanto a un cambio del periodismo, pero es bueno seguir sembrando semillas a boleo. Con el tiempo puede que algo se pueda conseguir.
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