Por Ricardo Natalichio
Director de www.ecoportal.net
Miles de comunidades indígenas sobreviven aun hoy en Latinoamérica, luego de más de cinco siglos de una campaña de exterminio, que ha abarcado todas las regiones, desde Tierra del Fuego hasta Alaska.
El “descubrimiento” y posterior asentamiento en América por parte de los imperios europeos, fue el punto de partida de una masacre cuya envergadura es muy difícil de dimensionar.
Las diferentes etnias que habitaban este continente debieron someterse, ante el poder de las armas que traían los conquistadores, a ser convertidas en esclavos al servicio de la economía europea.
En esos más de 500 años, las riquezas naturales han sido y siguen siendo, un común denominador que se esgrimió como principal motivo de tanta desgracia y por el que hasta el día de hoy, siguen empujándose los límites territoriales de los pueblos originarios, siguen sin reconocerse sus derechos y sigue perpetrándose un silencioso genocidio.
La desmedida ambición económica ha convertido a las inmensas riquezas naturales de América, en una gran maldición que pesa sobre cada ser vivo que la habite. Se ha convertido en motivo de envenenamiento de ríos, de pulverización de montañas, en motivo de desaparición de bosques, de especies vegetales y animales, de glaciares, de pueblos, de culturas. Es causa de inundaciones y sequías, de desertización, de pérdida de biodiversidad, de contaminación, de desnutrición y muerte.
Hoy vemos a descendientes de aquellos pueblos que habitaban el continente americano, muriendo de hambre porque se les han talado los bosques o los montes y envenenado, o secado, o desviado los cursos de agua en los que conseguían sus alimentos. Nunca fueron consultados, nunca se les dio nada a cambio, jamás participaron de las ganancias. Nunca existieron para la maquinaria del progreso.
Los pueblos originarios siguen siendo víctimas del despojo de los últimos restos de sus territorios, y siguen condenados a la negación de sus culturas, de sus creencias y hasta de sus lenguas. Se les continúa prohibiendo vivir de acuerdo a sus costumbres milenarias, se les sigue negando el derecho de SER.
El "desarrollo" es pujante, por eso empuja y empuja sin importar a quién, sin importar hacia dónde. Se hace lugar, ocupa cada vez más espacio y necesita cada vez menos de nosotros, los seres vivos. Cada vez somos más personas en el planeta, pero cada vez son menos las que el "desarrollo" requiere para seguir expandiéndose, ocupando cada rincón del globo.
Demos un respiro al planeta, vayamos más despacio pero con pie firme, con certezas sobre las consecuencias de nuestros actos. Tomémonos el tiempo para investigar formas menos destructivas de mejorar nuestra calidad de vida. Invirtamos más dinero en defender la vida y menos en producir la muerte, en armas, en drogas.
Es posible que aún estemos a tiempo, intentemos cambiar las cosas que sean necesarias para que el mundo sea un lugar mejor para todos.
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Texto: Ricardo Natalichio (www.ecoportal.net)
Foto prestada de Nele en Jan, en Flickr
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8 comentarios:
Hace exactamente 21 años el director Rolan Joffé dirigió la película "La Misión". Voz al Mundo de todo lo que se comenta en este interesantísimo post de hoy.
Me sumo a la llamada de un respiro para un Mundo que sólo sabe de competencias y ambiciones. Y me sumo con ilusión a la concienciación individual de cada uno, para una forma de pensar y denuncia constructiva, tan necesarias para crear cualquier opinión pública que pueda hacer cambiar este rumbo tan dañino y peligroso.
Los Gobiernos actúan desde los votos. Y los votos, desde la opinión pública. ...Está en nuestras manos. Es nuestra voluntad.
Tremendamente esperanzador.
Un abrazo muy fuerte,
Jorge Medina Azcárate
One brother World
La Misión, qué película tan impresionante! Interesante post. Lo cierto es que el hombre ha despojado al hombre de todo siempre que ha podido... y lo hacíamos antes, y lo hacemos ahora.
¿Y no tendrá todo esto "algo" que ver con lo que reprochaban Chávez y Ortega a España hace apenas dos días? Me pregunto...
No tengo nada contra... Ricardo Natalichio, me parece una síntesis estupenda del punto al que hemos llegado pero me quedo con la pluma de Isabel Allende, que en el comienzo de su relato El palacio imaginado de Cuentos de Eva Luna hace un retrato de una realidad que parece que se ha enquistado. Quien lo tenga que lo lea y si no, con el permiso de David, me autoenlazo, que ya tenía ganas de subirlo...
El Palacio Imaginado
Me gusta el "cuento", mie. Aunque de cuento tiene poco... Lo lei hace mucho y ahora al releerlo me he acordado de repente. Menos mal que siempre hay alguien que recupera las cosas que merece la pena conservar.
Gracias a los dos :-)
La Misión, El palacio imaginado... brindemos por un mundo diferente, por la utopía.
Gracias por vuestros complementos al texto :)
David, yo como Jorge me sumo a esa proclama... demos un respiro al mundo.
Un abrazo.
Si uno muchas veces se siente orgulloso de pertenecer a la especie humana, muchas otras se siente avergonzado, y hasta culpable, o más bien responsable, ya sea por acción u omisión...
Lo q se ha hecho y se sigue haciendo con esos pueblos indígenas es algo difícil de calificar con palabras, pq no es fácil encontrar una apropiada para este caso, y para tantos otros...
Estoy de acuerdo contigo Jorge, y sí David, brindemos por esa utopía q nos guía y nos marca un camino por el q seguir andando hacia algo mejor, un camino q cada vez transita más gente, tal vez silenciosa, paciente, humilde, pero siempre esperanzada y firme... un camino q ya es en sí mismo una victoria...
Gracias a todos... sois alimento para el amor, la esperanza y la confianza q este mundo tanto necesita para mejorar... sentíos orgullosos... yo lo estoy de vosotros... y mucho ;-)
Besos.
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